HACE 30 AÑOS, LA TIRÁNICA UNIÓN SOVIÉTICA SE DESINTEGRÓ, DANDO FIN A LA GUERRA FRÍA
- Gilberto Reyes Moreno

- 13 ene 2022
- 4 Min. de lectura

(Traducción hecha por Gilberto Reyes Moreno, del artículo: BE LOVERS OF FREEDOM AND ANXIOUS FOR FREY, que aparece en este blog)
SEAN AMANTES DE LA LIBERTAD Y APASIONADOS DE LUCHAR POR ELLA
Por: ROGER REAM
DICIEMBRE 24, 2021
Aunque la Guerra Fría haya terminado, la lucha por la libertad – en Europa, en la previa Unión Soviética y en los Estados Unidos de América – nunca ha cesado.
Hace treinta años, el mundo fue testigo de un increíble fenómeno, con pocos paralelos en la historia de la humanidad, cuando la Unión Soviética se desintegró en una larga y no sangrienta revolución después de varios años de insurrecciones independistas. Después de 70 años, cuando el presidente Ronald Reagan lo consideraba el “Imperio del Mal”, éste colapsó sin un solo disparo, pero con un sollozo doloroso.
El presidente democráticamente electo Boris Yeltsin de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ascendió a liderar el estado de la nueva Rusia, el previo secretario general del Partido Comunista Mikhail Gorbachev abandonó el Kremlin, y la cámara superior de la Unión Soviética simplemente votó para su propia desaparición.
Un año después, Francis Fukuyama escribió un libro que fue superventas: “El Fin de la Historia y el Último Hombre” sugiriendo el fin de los regímenes totalitarios y el ascenso de la Democracia Liberal. Pero no fue así. Actualmente Rusia y China amenazan a sus vecinos y crean conflictos en el mundo.
Es realidad que, después de tres décadas del colapso de la Unión Soviética, existen puntos brillantes entre los países que previamente estuvieron detrás de la cortina de hierro. Países que alguna vez estuvieron bajo el vaivén de la Unión Soviética ahora son prósperos miembros de La Unión Europea y del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La República Checa, Eslovaquia, Croacia, Polonia y Eslovenia, entre otros, son vibrantes, modernas y pacíficas sociedades que han implementado mayoritariamente el modelo democrático occidental. Aun algunos previos estados soviéticos, incluyendo Estonia, Lituania y Latría han abrazado la democracia y el libre mercado económico. Los tres son miembros de la OTAN y de la Unión Europea y sus miradas son hacia el oeste en lugar de hacia la anterior Unión Soviética.
Sin embargo, la situación en algunas partes no es de color de rosa. Bielorrusia, que es gobernado por un presidente autoritario y que así mismo se califica como siendo “El último dictador europeo” ha provocado una crisis internacional en las recientes semanas en la frontera occidental de su territorio, limítrofe con Polonia, encarcelando a aquellos que son partidarios de la democracia, elecciones libres y la libertad de prensa.
Hungría, a pesar de ser miembro de la Unión Europea y del OTAN, ha adoptado las mismas medidas cuestionables con respecto a la libertad de prensa y otros derechos del individuo. Hay retos donde quiera en el bloque soviético que demandan atención cercana. El país más conflictivo de todos ellos es Rusia, que ha echado atrás las elecciones libres, el respeto a las leyes y el libre mercado luego de una breve experiencia con todo ello durante los 1990s.
El presidente Vladimir Putin, se refirió a la disolución de la Unión Soviética como “la mayor catástrofe geopolítica del siglo” Por lo que no es ninguna sorpresa que Putin ahora parezca estar en la vera de re - invadir Ucrania, un estado previamente soviético, continuamente sancionado debido a sus aspiraciones occidentales y por la amenaza de su separación de Rusia. Putin busca claramente mantener la influencia y control ruso dentro de la previa órbita soviética.
Esto está muy claro: Mientras la Guerra Fría haya terminado, la lucha por la libertad – en Europa, en la previa Unión Soviética, aún aquí en los Estados Unidos – nunca ha dejado de existir. Es una batalla de corazones y mentes que debe de ser librada año tras año, generación tras generación. Se requiere una eterna vigilancia.
En el largo alcance, la reciente historia muestra optimismo, aun enfrentando recios vientos que soplan en la cara como el socialismo, nacionalismo y el autoritarismo. Creo firmemente que la gente quiere elegir sus propios líderes, hacer sus propias elecciones económicas y estilos de vida y vivir y comercial pacíficamente con sus vecinos.
Una Europa que estuvo dividida durante medio siglo entre la libertad y la opresión ha cambiado a favor del modelo occidental. Los estados que previamente eran soviéticos miran a los Estados Unidos de América y Europa como líderes en lugar de hacerlo hacia sus previos aliados del bloque comunista. Los restantes estados autoritarios están mayormente sin amigos.
Nada de eso aconteció automáticamente ni por casualidad, y el progreso futuro no vendrá sin dificultad alguna. Para desencadenar los fundamentales anhelos de la humanidad por la libertad, nosotros en los Estados Unidos tenemos que volver a confiar en nuestros ideales, compartirlos con todos aquellos que buscan la libertad, y desarrollar líderes con el suficiente coraje capaces de defender nuestras más profundas convicciones.
Roger Ream es el presidente de la Fundación para Estudios Americanos (TFAS), una organización educacional sin fines de lucro que trabaja con colegios y estudiantes colegas para promover las principales economías de mercado libre, gobierno limitado y liderazgo honorable.



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