Artículo No. 5: ¿POR QUÉ A ALGUNOS AÚN LES IMPORTA EL MARXISMO?
- Gilberto Reyes Moreno

- 24 jun 2022
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 27 jun 2022

Entendiendo el marxismo: Para cada quien, de acuerdo con sus habilidades…
Carlos Marx ya ha estado muerto por bastante más de un siglo.
Donde quiera que el marxismo haya sido probado, ha dejado muerte y destrucción a su paso. En efecto, nada en los últimos mil años ha devenido en tiranía, terror y matanza masiva como los traídos por los regímenes marxistas.
El marxismo todavía vive.
Es posible que ahora se presente como un post modernismo, multiculturalismo, feminismo, ecologismo, o teoría crítica del racismo, pero aún sigue siendo marxismo.
Entonces, debe de haber alguna razón por qué perdura tanto – aún floreciendo – a pesar de su imperdonable fracaso.
Di lo que quieras acerca de Marx el economista; lo que realmente fue es un maestro de la psicología. Él reconoció que existen muchas personas en cada sociedad quienes, como él mismo, son motivados por la envidia y el resentimiento.
Marx les habla directamente a ellos. Les dice que no son los responsables por lo mísero de sus vidas. La responsabilidad pertenece a nuestra despiadada búsqueda del dinero; o sea, el sistema capitalista. Si justamente nos pudiéramos librar de ello, él promete, que podemos librarnos de la pobreza, desigualdad, explotación, conflicto de clases, guerras, y hasta de la alienación (locura).
No es una vana lista si quisieras incitar una revolución.
Pero hay más: El marxismo nos asegura que esta utopía socialista está a la mano – disponible para todos, no en un futuro lejano, ni en la otra vida, sino aquí y ahora. Todo lo que tenemos que hacer es vencer un pequeño obstáculo – la naturaleza humana.
Marx expresa su profunda visión sobre este aspecto en su Manuscrito sobre Economía y Filosofía, de 1894. Ello puede ser resumido en una frase: El enemigo del ser es el tener. En otras palabras, el deseo de poseer cosas hace que seas una mala persona. Sin embargo, tú no eres el culpable. El culpable es el capitalismo.
La más común interpretación de la filosofía de Marx sugiere que él se opone al capitalismo porque crea un mundo injusto de desigualdad, explotación y conflicto de clases. El marxismo, de acuerdo con este punto de vista, no es nada más que la igualdad de ingresos y del “status” social.
Esto es cierto, pero no va demasiado lejos.
Marx supuso que la acumulación de riqueza material es deshumanizante.
La mayor cantidad de dinero y posesiones materiales que alguien adquiere lo aparta de su verdadera humanidad.
Y, ¿qué fue eso?
En el paraíso de la filosofía socialista, uno tiene que comer, beber e ir al teatro sin pagar nada y sin tener que ganarse la vida. Lo mejor de todo, tienes que hacerlo sin tener que culparte de ser un mantenido (moocher)
Todo lo que tienes que hacer es divertirte. O, como lo puso Marx: “[tú puedes] hacer una cosa hoy y también mañana… cazar por la mañana, pescar por la tarde, (y), críar ganado en la noche…”
Sí, criar ganado en la noche. Eso era, según Marx, como debería de ser la realidad.
¿Pero quién limpia las alcantarillas – realiza los “trabajos sucios” que mantiene la sociedad funcionando? Irónicamente, en la maldita sociedad capitalista, el limpiador de alcantarillas escoge libremente este trabajo. En el “paraíso” socialista se requiere casi siempre de coerción para eso y otros similares.
Marx nunca se inquietó con estos sucios detalles. Los dejó para otros. Desafortunadamente, esos otros, se convierten en megalomaníacos como Lenin, Stalin, Mao, Castro, Pol Pot. Hugo Chávez, Maduro, Evo, etc. Ellos fueron, (y son), quienes revivieron a Marx y en ese proceso causaron que millones de personas sufrieran y murieran.
Al revés del clamor de Marx, el trabajo libremente escogido trae consigo dinero y dignidad. Además, la mayor parte de la gente trabaja mejor cuando persigue sus propios intereses, una idea clave que Marx despreció.
Para él, el propio interés convierte a todos en Ebenezer Scrooge, (Vea la NOTA 1): glotón, codicioso, y sin sentimientos. No es solamente el dinero – que es, capital – es inherentemente corruptor, y su adquisición no puede ser logrado honesta o correctamente. El rico se convierte en rico explotando al trabajador. Para Marx, no existe otra posible explicación.
Para muchos, inclusive hoy en día, no existe otra posible explicación. Para esas personas, Marx ofrece una explicación filosófica para su cólera – aún su ira. De generación en generación la fórmula nunca cambia: Sólo rebajando a los “privilegiados”, los “no privilegiados” pueden optar por la igualdad.
El veneno que vacía la pluma de Marx es finalmente el hecho de que la realidad no se adaptaría a la visión de su mundo. Parece que nunca se le había ocurrido que las personas son seres complejos con talentos diferentes, diversas ambiciones y deseos específicos.
Podría ser más preciso y exacto decir que a él, no le importaron tales singularidades, tales peculiaridades.
Si las personas no se conformaban voluntariamente con la visión del mundo de Marx, entonces justamente el Estado usaría otros métodos de persuasión – como el de la coerción lindando en la muerte y el terror.
Todo ello tiene sentido para ese filósofo, que se encaramó en un rincón del Museo Británico o en su escuálido departamento de Londres, y produjo el sinsentido de su teoría.
Lo que es asombroso es que millones le creen. Lo que es trágico es que millones más sufrieron y murieron por haberle creído. Lo que es de temer es que millones continúan creyéndole.
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Yo soy Brad Thompson, Profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Clemson, (EUA), (escribo) para la Universidad de Prager, (Vea la NOTA 2)
NOTA 1: Ebenezer Scrooge.
(Tomado de Internet)
Ebenezer Scrooge es el nombre del protagonista de la novela de 1843 Canción de Navidad de Charles Dickens. Al principio de la novela es un hombre de corazón duro, egoísta y al que le disgusta la Navidad, los niños o cualquier cosa que produzca felicidad. Dickens lo describe de esta manera: El frío de su interior le helaba las viejas facciones. le amorataba la nariz afilada, le arrugaba las mejillas, le entorpecía la marcha, le enrojecía los ojos, le ponía azules los delgados labios; hablaba astutamente y con voz áspera. Su apellido ha pasado a convertirse en inglés en sinónimo de avaro y misántropo, en referencia a los rasgos más característicos del personaje, tratados de la forma exagerada por la que Dickens es bien conocido. La historia de su transformación tras la visita de tres fantasmas navideños (el de las Navidades Pasadas, el de las Navidades Presentes y el de las Navidades Futuras) se ha convertido en un icono de la Navidad en algunas culturas. La frase de Scrooge “¡Bah, paparruchas!” ("Bah, humbug!", en el original) se usa también a menudo para expresar disgusto por las fiestas navideñas en épocas recientes.
NOTA 2: PragerU.
(También de Internet)
PragerU, (en español: Universidad Prager) es una organización sin ánimo de lucro, (OSAL), estadounidense que crea videos sobre diversos temas políticos, económicos y sociológicos, desde una perspectiva conservadora estadounidense. No es una organización académica ni otorga títulos ni diplomas.



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